Clientelismo Político En Nuestros Países Tercermundistas
POR : RAFAEL SANTOS.
El Clientelismo Político según lo hemos encontrado en Wikipedia, se ha definido para un mejor entendimiento, como “el intercambio extraoficial de favores, en el cual los titulares de cargos políticos regulan la concesión de prestaciones, obtenidas a través de su función pública o de contactos relacionados con ella, a cambio de apoyo electoral”.
Lo estipulado anteriormente, es decir el Clientelismo, es a fin de cuenta lo que más se practica en una sociedad como la nuestra, en donde carecemos de verdaderas instituciones con la suficiente fortaleza como para trabajar en lo que es la educación política de nuestros países tercermundistas.
El mismo tal y como lo hemos venido predicando a lo largo de estos pensamientos politológicos, viene como consecuencia de la carencia de que en el seno de nuestras sociedades existan verdaderos marcos regulatorios que nos provean de las herramientas intelectuales y académicas necesarias como para poder enfrentar este cáncer que lamentablemente para la inmensa mayoría, ha venido haciendo una terrible metástasis que hasta nos amenaza cada día más con hacernos sucumbir como sociedad, para que, de manera “legal” si se quiere decir, terminando dándole el paso necesario a lo que ya no es una amenaza sino una realidad en el seno de nuestras instituciones, como lo que la corrupción.
El Clientelismo Político tal y como lo establecen los politólogos Cas Mudde y Cristóbal Rovira Kaltwasser este es «un modo particular de intercambio entre grupos de electores y políticos, gracias al cual los votantes obtienen bienes (pagos directos o acceso privilegiado a empleo, bienes y servicios, por ejemplo) a condición de que apoyen a un patrón o partido».
Mientras que el Diccionario Político lo define como «aquellas relaciones informales de intercambio recíproco y mutuamente benéfico de favores entre dos sujetos, basadas en una amistad instrumental, desigualdad, diferencia de poder y control de recursos, en las que existe un patrón y un cliente. El patrón proporciona bienes materiales, protección o acceso a recursos diversos, y el cliente ofrece a cambios servicios personales, lealtad, apoyo político o votos”.
De esta innoble práctica, proviene los que es el turbio manejo en las cuestiones mayormente estatales, aunque vale la pena decir también, que en el sector privado, entiéndase las empresas y entidades de base de nuestras sociedad, también se da el Clientelismo, solo que, en este tipo de análisis y por ser este libro dedicado única y especialmente a la política, hemos querido definirlo dentro de este contexto, que es a fin de cuenta el que más nos interesa por el momento.
En esta parte que estudiamos, nosotros hemos tomando como punto central de nuestras reflexiones, el tema que ahora nos ocupa, para llegar a la conclusión sin la necesidad de hacer grandes esfuerzos mentales, que el mismo (Clientelismo) termina en “corrupción tráfico de influencias, el fraude, el caciquismo, etc.”, que son a fin de cuenta los ejes transversales del anti progreso de nuestros pueblos tercermundistas.
El Clientelismo Político, es la parte más ruin que de manera bochornosa rebaja la política misma hasta un pobre y miserable estado.
Esto solo es descifrable a profundidad por aquellos que entendiendo la política como una de las ciencias más nobles, se apartan de la misma para con su otro accionar, darle cabida a la práctica clientelar y con esto ensombrecer el glamour y la elegancia que a fin de cuenta tiene la palabra ética; esa que a fuerza del trabajo a favor de los mejores intereses de nuestros pueblos, debemos tomar como escudo para finamente diferenciarnos de los tales que solo logran ver “el triunfo” a través de la práctica clientelar.
Muchos creen que con dinero o posiciones les basta para fomentar un tipo de liderazgo que a la larga resulta efímero y solo aceptable por quienes se dejan seducir para convertirse en cliente del dinero de aquel que dice llamarse político.
Las sociedades deben despertar y darse cuenta, que aquel que te ofrece dinero para llegar, es el mismo que también busca la manera de cometer los más viles actos de corrupción para y a través de las posiciones que le compraron a tu conciencia hacer cuantos actos deshonrosos sean necesarios con el fin de engordar sus arcas, privilegiar su entorno para finalmente sumergirte a ti y a la sociedad que te rodea, en una espantosa miseria, no solo material, sino también hasta mental.
Nota: imagen tomada de la dirección electrónica: https://www.google.com/search?q=clientelismo&rlz=1C1CHBF_esDO849DO849&sxsrf=ALeKk002JIiHANxsJKcrXRgn.