La PN volviendo a sus raíces: «Abuso, Terror y Maltratos.»
Autor: Carlos Lara
Periodista
La Policía Nacional (PN), desde su fundación el 2 de marzo de 1936, surgió con un fin y una naturaleza propia del régimen que gobernaba a la República Dominicana en esos momentos, una de las dictaduras más despiadada de América Latina, la de Rafael Leónidas Trujillo. La creación de este cuerpo paradójicamente fue con el objetivo de salvaguardar la seguridad ciudadana; prevenir y controlar los delitos; perseguir e investigar las infracciones penales, bajo la dirección legal de la autoridad competente; mantener el orden público para proteger el libre ejercicio de los derechos de las personas y la convivencia pacífica de conformidad con la Constitución y las leyes, ¡Extraño, pero la verdad que este cuerpo fuera creado por régimen que predicaba todo lo contrario para lo que fue creada esta institución!
Como es normal, una cosa es la cantidad de tinta que aguante el papel y otra muy diferente la realidad para detallar todas las bondades de esta institución que inmediatamente luego de su fundación fue utilizada por el tirano como un cuerpo para realizar todo lo contrario a sus funciones de origen, esta fue utilizada en esa época dura, terrible y llena de dolor para los dominicanos nada más y nada menos que para reprimir, torturar, perseguir y asesinar a miles de jóvenes sólo por el hecho de tener ideas liberales contrarias al régimen que en ese momento controlaba todos los poderes del Estado Dominicano.
Otra época funesta en donde este cuerpo fue utilizado de manera activa para perseguir, asesinar fue durante los famosos 12 años del Doctor Joaquín Balaguer 1966-1978, es aquí donde la PN llega a su máximo esplendor de abuso y crímenes hacia una población indefensa, recordemos todos la designación del General Enríquez Pérez y Pérez, el cual tuvo a su cargo la creación de uno de los cuerpos dentro de la Policía más temible conocido como «La Banda Colorá,” un grupo de policías con licencia para saquear, detener y llevar el terror a miles de familias dominicanas y matar.
También otra de las joyas que dirigieron a esta institución que desde su origen se formó mal, se educó mal y se dirigió mal, se trata del General Nivar Seijas que, a pesar de disolver en el 1972, La Banda Colorá fue considerado uno de los jefes más despiadado de la época.
La PN en la actualidad 2021.
Los videos que circulan en las redes sociales hace varias semanas en donde agentes de la Policía Nacional maltratan y abusan de los ciudadanos indefensos, sí, reiteremos indefensos, porque la mayoría de ellos son detenidos por violar la disposición del Ejecutivo sobre el toque de queda para prevenir la propagación del Covid-19, a estos se les ve esposados y sometidos, pero aun así, son agredidos físicamente por los encargados de poner el orden público y salvaguardar la vida de esos mismos ciudadanos. Esta actitud en estos tiempos donde el país hace muchos años superó la represión y la violación de los derechos humanos es inaceptable, grave y sobre todo funesto, esta situación se pone más delicada cuando en los medios de comunicación escuchamos al actual jefe de la policía justificar y defender el accionar de esos personajes que se dicen llamar Policía, hechos que nos lleva a pensar en que hemos retrocedido en el tiempo a las época del Viejo Oeste, pero más grave aún es que, por diferentes vías, a través de las redes sociales se le ha pedido al presidente Luis Abinader que como comandante en jefe de todos los cuerpos castrenses detenga esta actitud brutal y desenfrenada de algunos policías en contra de una población indefensa, hastiada, cansada, agobiada por una pandemia que la ha obligado al confinamiento desde el mes de marzo del año 2020,: «Pero sólo guarda silencio».
Con este trabajo no pretendemos echarle más leña al fuego y a esta odiosa situación de abuso policial, pero es indignante ver a una ciudadanía ser maltratada y guardar silencio y más triste es no escuchar a instituciones como la Comisión de los Derechos Humanos, Participación Ciudadana y a Marcha Verde no decir nada. El llamado es fuerte y contundente para esos agentes: «Paren el maltrato y el odio hacia la población, ustedes no fueron creados para eso, su misión es otra, hagan honor a lo que son, piensen en sus hijos, hermanos, padres, madres, esas personas que ustedes golpean y abusan también son seres humanos como sus familiares”.