Helen Hasbún: es altamente amenazante y peligroso volver a las aulas en medio de la pandemia
Por : Primitivo Gil.
Aunque reconoce que República Dominicana aún presenta algunas limitaciones de conectividad y acceso a internet de la mano con las tecnologías, dice que existen mecanismos y políticas del Estado en su conjunto para contrarrestar estas limitaciones.
La pandemia del covid-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de reformular la relación productiva y social entre los seres humanos. El sistema educativo dominicano, a propósito de este contexto, también está a prueba. Conjugar capacidades del talento humano y las nuevas tecnologías de la comunicación se inscribe entre esas alternativas para convertir la crisis en oportunidades.
Para Helen Hasbún, doctora en Comunicación y docente de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), República Dominicana está obligada a hacer un mayor uso de las tecnologías de información y la comunicación (TIC) para evitar que se pierda el año escolar. Sin embargo, entiende que hay serios desafíos en el país, principalmente porque existen barreras en materia de conectividad que, a su entender, tampoco son imposibles de vencer.
Hasbún ofreció una entrevista a elDinero para analizar el contexto en que se encuentra el sistema educativo en medio de la pandemia, pero al mismo tiempo para plantear algunas alternativas aplicables para salir adelante en favor de los estudiantes.
¿Cómo describes el estado actual del sistema educativo a propósito de la pandemia del covid-19?
La pandemia del covid19 nos ha llevado hacia una realidad cambiante y desafiante en nuestros estilos de vida familiar, laboral y esto incluye especialmente al sistema educativo en todos los niveles, de cara al uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Ha sucedido como nunca antes, por el confinamiento para proteger, sobre todo, la salud y la vida de las personas. Esto nos ha permitido ver y experimentar que los aprendizajes ya no dependen de un lugar específico, sino de actividades y estrategias “educomunicativas” que permitan a los niños, jóvenes y adultos afianzar el conocimiento desde los medios y con los medios, los cuales son hoy indispensables para encaminar también los procesos de enseñanza.
¿Cuál es su parecer sobre el regreso a clase de manera presencial?
Vemos con preocupación que diversos sectores de la sociedad dominicana plantean volver a clases en los niveles de educación básica, así marcando una retrospectiva hacia el modelo presencial, lo cual es altamente amenazante y peligroso en los actuales momentos. Una decisión como está sólo expondría a los niños al contagio y con ellos a sus maestros y familiares, cuando aún el virus está generando importantes estragos en la sociedad dominicana.
¿Cuáles sugerencias podría usted ofrecer para que no se pierda el año escolar?
Si bien es cierto que el país aún presenta algunas limitaciones de conectividad y acceso a internet de la mano con las tecnologías, no menos cierto es que existen mecanismos y políticas del Estado en su conjunto para contrarrestar estas limitaciones. Se debería pensar en levantar data y diagnosticar, a través de indicadores palpables, cuál es la realidad de los hogares y familias dominicanas respecto a su ubicación geográfica, uso de internet y otros. Estos datos se deben proveer en común acuerdo con entre el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel), las empresas proveedoras de servicios y el programa República Digital y, a partir de ahí, aplicar un plan de contingencia efectivo a corto plazo con el financiamiento del Fondo para el Desarrollo de las Telecomunicaciones, con garantías de usabilidad e interconexión para quienes realmente lo necesiten.
¿Cómo hacer o implementar una estrategia como ésta si hay deficiencias?
Es necesario diseñar, desde el Ministerio de Educación, un programa de entrenamiento básico en uso de las TIC para los maestros que lo requieran con softwares y aplicaciones libres, como Google Classroom y otras, ya que los niños por naturaleza son nativos digitales y estos con motivación y técnicas lúdicas se convierten en autodidactas. Además, los niños guardan una estrecha relación de empatía sin igual con los entornos virtuales. Especialmente, los infantes se han acostumbrado más rápido y sin mayores traumas (más que sus padres), al momento disruptivo ante el uso de tecnologías durante tiempos de covid-19.
¿Es posible convertir la crisis actual en oportunidades en el sector educativo?
Un punto importante tiene que ver con el aprovechamiento de la crisis para convertirla en una gran oportunidad. Me refiero a ir introduciendo paulatinamente el modelo educativo paradigmático de la “Educomunicación”, el cual promueve la Unesco desde finales de los 70 y principios de los 80, con garantías probadas de resultados y efectos favorables a largo plazo, ya que después de covid-19 la tendencia educativa debe convertirse en un modelo híbrido, de la mano con la tecnología, así menos rígido (posfordista), el cual combine estrategias de enseñanza-aprendizaje, tanto desde los entornos físicos/presenciales, hasta los entornos virtuales, pero jamás volver atrás.
¿Qué ponderación tiene la tecnología en esta nueva realidad?
Sin tecnología será insostenible cualquier sistema educativo moderno. Asimismo, las empresas no podrán subsistir sin transformación digital o sin presencia web. Y esto es una tendencia irreversible en la llamada Aldea Global, la cual hace años se amparó en la teoría de investigación social de Marshall McLuhan
¿Cuáles serían los actores responsables de aplicar estas sugerencias?
De aplicarse, tal y como lo sugerimos, es importante integrar a toda la población. Sin embargo, es oportuno decir que el Gobierno, junto con el sector privado y de la mano con el sistema educativo en su conjunto, son los responsables.
¿Cómo vencer las dificultades de conectividad que aún persisten en gran parte del país?
Las dificultades o barreras de conectividad y accesibilidad pueden ser vecindadas y superadas con ese acuerdo multisectorial (gobierno-sociedad), pero en realidad tales limitaciones en su mayoría solo existen o están en nuestros pensamientos. Esto puede cambiar en la medida en que todos juntos, de cara a la responsabilidad social, aportemos para hacerlo realidad, ya que vuelvo e insisto, los mecanismos, el internet, la tecnología y los fondos de financiación existen, sólo que República Dominicana no ha sabido canalizarlos o gestionarlos con un enfoque estratégico para contrarrestar la brecha digital.
¿Cómo equilibrar las diferencias obvias entre el currículum escolar de los sectores público y privado?
Si hay una lección aprendida que la pandemia nos dejará a su paso por el mundo y la Aldea Global, es que todos (maestros y educandos) nos hemos visto forzados a comunicarnos y relacionarnos, en efecto, con un distanciamiento físico. Empero, hemos tenido que lograr un acercamiento a la sociedad virtual a través de los mismos medios y aplicaciones libres que están a nuestro alcance. Esto supone que no hay marcadas diferencias en el método o modelo pedagógico si todos lo aplicamos con criterio de inclusión social. Lo que realmente debe cambiarse o variarse son los contenidos, así las formas de hacer y producir conocimiento de la mano con las competencias, pero es importante que exista cierto grado flexibilidad en la currícula. Asimismo, en las políticas públicas de educación de la mano con los educadores, para que estos sean cada vez más creativos e innovadores, puesto que el modelo rígido (fordista), ya no funciona ante los desafíos de los nativos digitales y los jóvenes de la generación Z.
¿Qué se puede hacer para que el personal docente, padres y autoridades entiendan que hay una nueva realidad?
Tendremos que seguir esforzándonos para crear conciencia pública y ciudadana, sobre la importancia que reviste este nuevo ecosistema educativo que se nos impone de la mano con la tecnología en los nuevos tiempos o, de lo contrario, seguiremos estancados, en conflicto con los desafíos de la verdadera sociedad de la información y el conocimiento.
FUENTE: ElDinero.
